Por Dr. ENRIQUE VALDES FERNANDEZ.
La Medicina entendida como ciencia en la cual un ser humano se prepara desde mucho tiempo atrás para poder entenderla, tiene muchas facetas., se hablaba hace años de vocación, es decir de tener la intención profunda de ser Medico para ayudar a la humanidad doliente, de sentir piedad por los que sufren, de diagnosticarlos y tratarlos correcta y adecuadamente, de devolver la salud perdida a quienes atados a una enfermedad sufren lo indecible., y entonces prácticamente el medico nacía con esa intención y se hacia desde las aulas y en los hospitales, sobre todo en estos últimos, que siempre según palabras de E. Forge "son la escuela de la patología", pues ahí es donde realmente se esta en contacto con los enfermos, donde se sigue el curso de un padecimiento desde que ingresa hasta que sale, y se hacen todos los estudios necesarios y los tratamientos mas completos. no se concebía entonces un Medico sin el contacto directo con el hospital y era clásica la clínica, esto es el estudio del enfermo al lado de la cama, observándolo cuidadosamente y muchas veces aprendiendo casos nuevos pues no hay enfermedades sino enfermos y una misma patología tiene diferentes rostros, de esta forma un medico era un profesional experto en la ciencia medica, y se le llamaba Doctor para resaltar su dedicación a una profesión que mas que eso era un verdadero apostolado de sacrificio continuo pues el verdadero medico no tiene descanso ni vacaciones, esta siendo útil y disponible las 24 horas del día y todos los días de su vida, el Medico, así con Mayúscula, era respetado, reconocido, con una personalidad distinguida, con un aspecto exterior muy particular, bien vestido y aliñado, pulcro, moderado en sus expresiones, incapaz de faltarle al respeto a nadie, y señalado por la sociedad como una persona útil a ultranza, quien además reunía en su almacén científico conocimientos de muchas ramas de la ciencia, Ese era el Medico natural, por vocación, con gran entrega de sus conocimientos siempre llevados al día a los pacientes que tenían la fortuna de estar en sus valiosas manos.
La medicina como profesión que requería corazón para sentir, cerebro para estudiar y manos para actuar, sobre todo en la cirugía, por su misma naturaleza imponía limitantes, púes pocos llegaban a ser verdaderos Médicos y excelentes cirujanos., y quienes en esta ultima responsabilidad practicaban el arte de operar estaban orgullosos de su habilidad y consideraban hasta la cicatriz dejada como una firma personal que debía ser estampada con cuidado y nitidez y nunca jamás cerraban un vientre o un tórax o un cráneo sin haber resuelto todos los problemas existentes, estos verdaderos cirujanos eran garantía de curación y seguridad absoluta en sus procedimientos, expertos en anatomía, se habían entrenado en los textos, en los cadáveres y en los animales de laboratorio, para ser capaces de ejecutar una técnica quirúrgica depurada, y cuando era necesario improvisar las variantes propias de la misma a fin de siempre proporcionar curación segura en sus enfermos un cirujano así, siempre estudioso de los últimos adelantos y conocedor profundo de la anatomía, fisiología, farmacología, patología, terapéutica etc., era la suma de muchos libros además de unas manos de artista musical capaces de realizar todas las maniobras quirúrgicas desde un simple nudo (haciendo mas de sesenta por minuto con cualquiera de las dos manos) hasta las cirugías delicadas que requerían maniobras de suma destreza, decía Denton Cooley "aquel que no pueda hacer un nudo quirúrgico dentro de una caja de cerillos no es cirujano". Eso describía con precisión el grado de dificultad que había que enfrentar para poder operar. Un cirujano así es muy distinto de un Medico "operador" ( el vulgo los llama cuchilleros) que solo intervienen por hacerlo, o por ganar dinero, o por obtener fama..... Cuantas cirugías no indicadas fueron realizadas por estos supuestos cirujanos con mucha habilidad pero sin corazón para sentir ni cerebro para estudiar!. .....Otros se quedaron en el camino porque aunque tenían gran cerebro y mucho corazón, eran inhábiles y sus manos no obedecían bien o sus ojos no les permitían ver la profundidad del campo quirúrgico con precisión, y cuantos mas fracasaron por desconocer la anatomía o la técnica quirúrgica........una manos sin habilidad pueden causar aun sin proponérselo mucho daño, pero lo peor, cuantos se dedicaron a ganar dinero solo con legrados uterinos criminales , ejecutados para salvar honras femeninas de niñas "bien" o esposas infieles, o cuantos mas realizaron miles de cesáreas sin tener en cuenta su indicación precisa sino solo el monto de lo cobrado., de esto hubo y hay mucho hoy en día.
La medicina por afición, solo es el resultado de esta tendencia a anteponer el dinero a la profesión, producto de mucha gente que estudia esta rama de la ciencia como muchas otras solo por la mercadotecnia, por pensar en una población cautiva que hay que exprimir de los bolsillos, o como decía mi Maestro Alfredo Lenz, son "cirujanos alcancías" que solo abren al paciente para ver cuanto dinero le sacan, y cuantos médicos siguen entreteniendo como dice la gente a sus pacientes haciéndoles dar vueltas en innumerables consultas para obtener el dinero para la letra de la casa o del coche sin importar que el pobre no se cure..... esos son los fariseos de la medicina.
Pues bien, hemos pintado un panorama de defectos, pero también hemos de reconocer que todavía hay médicos por vocación, con gran energía proyectada a la comunidad, y en este mundo actual, cada vez mas competitivo, ocupan y ocuparan un lugar destacado por su dedicación, entrega, sabiduría y generosidad, a ellos, que son quienes honran la profesión medica, que son quienes verdaderamente orientan y salvan vidas, que son consejeros espirituales, discretos, totalmente éticos, con un concepto elevado de servir siempre, y sin pretensión de enriquecerse con dinero vano y mal habido, a ellos, que laboran incansablemente en hospitales y consultorios, nuestro respeto, admiración y deseo de que sigan con nosotros por muchos años!.
